
«SE SUPONE QUE vivimos en un mundo libre, pero lo cierto es que cuando uno ve gráficos tan ilustrativos como el que acompaña este post, me replanteo esa frase». Así comenzaba Damián Fraire una entrada reciente de su blog, La buhardilla del Mack, que recomiendo vivamente, sobre todo, para los aficionados a la informática y las nuevas tecnologías.Tanto el post como el esquema me dieron que pensar y ese es el motivo por el que, con permiso de Damián, lo traiga hoy aquí para compartirlo. Visto lo visto, parece como si la tan pregonada libertad de mercado, también en el mundo de la informática, estuviera constreñida a estos tres gigantes: Apple, Google y Microsoft, en cuyos dominios no se pone el sol.
Ellos controlan los mercados, dominan las herramientas y los dispositivos y, tal y como se ha gestionado el invento, resulta muy difícil, por no decir imposible, que alguien pueda escapar a sus enormes garras y tentáculos. Todo, o casi todo, gira entorno a ellos y, lo más sorprendente, es que, por un lado compiten, pero por el otro se complementan. La partida se anima, pero quizás convenga recordar que las cartas están marcadas y que el «triopolio» siempre gana. Hagan juego, señores.
Me pregunto cómo sería este esquema trasladado a los medios de comunicación en España. Para echarse a temblar.
Sí, es posible. La diferencia, y no precisamente pequeña es que los usuarios de los medios de comunicación pueden elegir. Nadie está obligado a comprar un periódico determinado o a escuchar una radio en contra de su voluntad o a ver un canal de la tele que no desea. Y, además, tenemos la ventaja de Internet con información prácticamente a la carta para que cada uno pueda "comprar" lo que quiera. Yo tampoco creo que la polarización ni la concentración de medios sea buena, pero no es menos cierto que los números cantan y la economía es la que manda, mal que nos pese, también en los medios de comunicación. Uff, casi me sale otro post. Un saludo y gracias.
Muchas gracias por la referencia. Tus comentarios complementan a la perfección los míos.
Abrazos
Damián
Creo que tienes razón en lo que dices. Pero el problema es que cuando compro un periódico (el que sea ) sé lo que me va a decir; cuando oigo una emisora de radio (la que sea) sé lo que me va a decir; y cuando veo un canal de tv. (el que sea) sé lo que me va a decir. Es decir, la independencia brilla por su ausencia (vaya pareado). Gracias y un saludo.