
HAY GESTOS Y acciones mucho más elocuentes que cualquier palabra. Iba a ser directora de Informativos de Televisión Española, pero ha preferido quedarse como estaba tras conocer que en el referéndum interno sobre su nombramiento solo contaba con respaldo de casi un 62 por ciento la plantilla, al término de una votación en la que solo ha participado el 10 por ciento del censo de profesionales llamados a ratificarla.
La consulta no era vinculante, pero los resultados: apenas 308 votos a favor y 117, en contra, sobre un censo de 3.200 personas, han llevado a la periodista a comunicar su renuncia a un cargo que iba a asumir a partir del 1 de enero. Almudena Ariza (Madrid, 1963), que podría haber callado y haber tirado hacia adelante en Torrespaña con tan escaso margen de apoyo, ha optado por la integridad personal y profesional.
Interpreta que no cuenta con el respaldo mayoritario, que no ha sabido ilusionar ni convencer a sus compañeros, pese a ser una histórica de los telediarios con una dilatada carrera internacional, y se aparta para continuar en su puesto como corresponsal en París. Aspiraba a suceder a Begoña Alegría que, pese a ser menos ‘popular’, obtuvo en su día 769 votos a favor, 48 en contra y 8 abstenciones, resultado que también debe haber pesado y mucho en su decisión.
La inesperada decisión de Ariza abre un nuevo frente para la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo, y para su número dos, Enric Hernández, pero esa es otra historia. Lo importante ahora es remarcar la valentía de un gesto que dice mucho (y bien) de ella en los tiempos que corren. ¡Chapeau!