Él no convocó el acto de la Facultad de Medicina en defensa de Garzón, pero como si lo hubiera hecho, porque la lluvia de palos está resultando desmesurada e incesante. En el salón de actos de Comisiones Obreras, en la calle Sebastián Herrera de Madrid, vi anoche a un Berzosa seriamente afectado por una polémica en la que él no ha sido ni juez ni parte, por mucho que se empeñe el PP. El rector nos dijo que «el miedo puede hacernos que no hagamos» que, bajo ningún concepto, «podemos ser arrastrados por el terror» y mucho menos por el chantaje. Berzosa se mostró convencido de que al final saldrá fortalecido, aunque confesó su temor, no por él, sino por su familia. Esas palabras, de honda amargura, dejaron un poso de preocupación entre algunos de los asistentes.
La gran paradoja de todo esto es que Esperanza Aguirre ha salido estos días en defensa de la autonomía del IES «Camilo José Cela» de Pozuelo, a propósito de la polémica por el uso del hiyab y, sin embargo, no tiene el más mínimo empacho en lanzar toda su caballería contra la Complutense, que también es una entidad autónoma. Yo no creo que Berzosa fuera responsable de lo que otros dijeron en el Auditorio de la Facultad de Medicina en defensa de Garzón. Y no lo creo porque eso sería tanto como admitir que la presidenta también lo fue cuando, por ejemplo, la Fundación DENAES (Defensa de la Nación Española) se presentó oficialmente en Madrid, en la mismísima sede de la presidencia regional, por más señas, con graves insultos a Zapatero. Además de llamar a la rebelión, al presidente del gobierno, entre otras muchas lindezas, le acusaron entonces de llevar a España a una nueva guerra civil. Y fue, repito, en un acto en la Real Casa de Correos presidido por un miembro del gobierno de Aguirre.
Yo no sé si, como dice el PP, la Universidad Complutense se ha convertido en «un circo de siete pistas» pero es evidente que aquí más de uno está haciendo el payaso. Ya lo dijo Unamuno durante un episodio en la Universidad de Salamanca que merece ser recordado estos días: «A veces quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia«.
Por no ser duro, creo que Esperanza Aguirre la provocadora, se mueve entre Millán Astray y el general McCarthy. Tras leer la prensa de hoy creo que no habría dudado en ponerse del lado del golpe de Estado de Franco. Y lo grave es que lo digo sin visceralidad.
Hace muchísimos años, no recuerdo cuántos, lei uno de esos articulos que parecen completamente sembrados de razón y verdad era de Antonio Gala, no recuerdo el titulo, pero venía a defender lo mismo que Berzosa, el mal del miedo, el tremendo mal del miedo y como nos puede arruinar toda una vida, no por lo que nos quita si no por lo que jamás conseguimos. Desde ese miedo que nos vuelve mudos es desde donde cobra todo su sentido la afirmación de Unamuno. Pues que tu sigas hablando, querido Felipe, asi como lo haces con toda tu frescura. Mientras tu lo hagas yo te seguiré leyendo. M. Paz