
ESCRIBO ESTE POST en un rato perdido mientras aguardo el inicio de una rueda de prensa. Ensimismado en mis pensamientos, busco la libreta, tomo mi pilot… y las ideas empiezan a brotar de forma descontralada. No es momento de hacer balance, ni hay motivo para ello, pero la primera cuestión se abre paso de forma natural: ¿Ha merecido, merece aún la pena, soportar este maldito, ingrato, fascinante y despiadado oficio? Sí, rotundamente sí, aunque…
Es evidente que uno no puede estar en todas partes, no al menos físicamente, pero esa sensación de «estar donde ocurren las cosas», de sentirse partícipe de grandes y pequeñas historias, es, sin lugar a dudas, lo mejor de esta profesión. Las servidumbres, qué duda cabe, son muchas: la premura, a veces la precipitación, la urgencia por contarlo antes y mejor, las presiones…
Me gustaría pensar que lo nuestro cumple una función social y que, en todo caso y circunstancia, somos inclementes con los poderosos y benévolos con los débiles y necesitados. Me gustaría creer que no somos el ombligo del mundo, además de ser conscientes de que no lo sabemos todo, aunque escribamos y opinemos de todo. Y no sólo eso, sino que con frecuencia, quizás con demasiada frecuencia, erramos y metemos la pata sin que, aparentemente, pase nada. Otro día trataré de concretar un poco más. Lo dejo aquí, tengo prisa. Como siempre. Empieza la rueda de prensa.
Hoy he leído la frase de que "quienes leen saben pensar."
Añado en un ejercicio de pedantería una propia: "Si no cuidas tus lecturas, lo notarán tus escritos."
Me ciño a la tarea de escribir porque la de periodista la veo desde fuera.
A lo largo de mi vida he descubierto que personas que no lo aparentaban (esto suena raro), me han confesado que escribían en la intimidad "sus cosas".
Eso mismo hice yo durante años en mi casa paterna cuando alguien irrumpía sin llamar en mi habitación.
Pero claro, la gente no es consciente de que hubo una Revolución Industrial, Francesa y que ahora estamos en una Tecnológica de unas dimensiones insospechadas.
Como miembro de la generación ochentera, que es la única que es mitad analógica y mitad digital… reivindico la pasión por la lectura y reafirmo que escribir se ha convertido en NECESIDAD para mi tras cuatro años de bloguero.
No sé si escribo porque lo necesito o para que me lean. El caso es que, estimado Felipe, formas parte de mis lecturas más preciadas.
Go on, please.
Un abrazo
Nacho
Querido Felipe
Hace días escribía en este mismo blog para felicitarte por tu libro que sigo sin poder leer porque creo que merece la pena hacerlo con una calma que hoy no tengo. Hoy te felicito por este pequeño texto que te delata una vez más, como lo que eres una persona por encima de todo honesta. Se lee en él una confusión cargada de claridad, un animo el tuyo de ser mas y mejor persona sieno mas y mejor periodista. Me ha sugerido muchas cosas y sigo queriendo ser un poquito como tu y sigo por este texto confiando en que muchos sepais llevar la luz de vuestra confusión a tantos y tantos que ni siquiera sabemos que estamos confundidos. Creo que nos esperan momentos difíciles, la sociedad, la politica, la justicia…. son conceptos faltos por completo de sentido .. muchos nos están intentando tomar el pelo, arrebatandonos logros tan costosamente conseguidos… nunca antes para mi ha sido tan doloroso y tan serio oir, ver o leer las noticias…. asi es que me alienta la seguridad de que personas, periodistas como tu estén, estéis donde ocurren las cosas para que nos las contéis tal y como ocurren y no como otros quieren contarnoslas….
M. Paz
Cito textualmente "esa sensación de "estar donde ocurren las cosas", de sentirse partícipe de grandes y pequeñas historias, es, sin lugar a dudas, lo mejor de esta profesión", sin duda es lo mejor de ser periodista aunque a veces las cosas no salgan como esperabas.
grande Felipe, cómo siempre, y con toda la razón. Además del placer que proporciona todo lo que cuentas, yo le añado una: "contárselo a los demás".
Por cierto, algún día concretaré pero últimamente con tanto Bárcenas y tanto Gürtel me acuerdo mucho de una cosa me dijiste una vez "yo periodismo ficción no hago". Y desde entonces decidí que yo tampoco lo haría. 🙂
Rubén…, no recordaba yo ese declarado rechazo a hacer "periodismo de ficción" y, aunque la idea suena un poco solemne y, quizas algo pretenciosa, creo que continúa siendo válida en los tiempos que corren.
Mari Paz…, muchas gracias por tu comentario y, sobre todo, por haber captado con tanta precisión lo de la "confusión", no sé si cargada de "claridad" o no, pero es evidente que, en mi caso al menos, son tiempos de agitación, cambio y confusión. Lo bueno de esto es que el periodismo no para de reinventarse. Espero que estemos a la altura de las circunstancias.