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ME HA RESULTADO especialmente llamativo e inquietante el dato de que el 10% de los menores abusan de Internet realizando prácticas no recomendadas. No estamos hablando de cualquier cosa. Se trata de la creación de identidades falsas, subida de vídeos y fotos personales o citas con personas desconocidas. Como usuario, pero sobre todo como padre, me parece un asunto de la máxima entidad. Nuestros chicos han caido, rendidos y hechizados ante el poder creciente de la «cultura de las pantallas», sin apenas resistencia por parte de quienes debieran velar, los padres en primer lugar, por evitar esos abusos.

El uso de Internet como forma de relacionarse es imparable, si bien las empresas, además de sus beneficios, deberían preocuparse por un uso correcto de Internet imponiendo unos límites. Por responsabilidad social pero, sobre todo, para evitar consecuencias indeseables en un futuro más o menos inmediato. No sirve de nada que, por ejemplo, se imponga un «horario infantil» en Televisión y, sin embargo, la red se convierta en una peligrosa adicción para los menores y adolescentes. Repito, por si no ha quedado claro: deben ser los padres los que pongan el primer filtro, aunque no basta. Cualquier precaución es poca y programas como el de «Internet en Familia», cuyo protocolo acaban de firmar la Comunidad de Madrid y Telefónica, puede ser un paso acertado pero a todas luces insuficiente.

Acotación al margen. Insuficiente y cicatera le parece también al PSOE la política del Gobierno regional en relación con la difusión y el desarrollo de la sociedad de la información en la Comunidad de Madrid. Hablando en términos informáticos los socialistas consideran que «los anuncios que realiza Aguirre son spam, o lo que es lo mismo, mucho humo, mucha foto pero pocas acciones que realmente fomenten el uso de las redes sociales y de las nuevas tecnologías en la sociedad madrileña». Bien por ese convenio con Telefónica, defienden los del PSOE, pero un poquito más de coherencia, sobre todo después de haber cerrado más de 250 CAPIS (Centros de Acceso Público a Internet) por no hablar del veto a la red desde las aulas torpedeando el plan Escuela 2.0. de Zapatero.

Recapitulamos: Nuestros hijos deben saber, y nunca está de más insistir en ello, que puede haber personas que utilicen nuestros datos personales para hacerse pasar por nosotros o para otros usos fraudulentos, además de albergar fines ocultos. En Internet, como en general en la propia vida, no todo es lo que parece.

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