En Internet, en cambio, la cosa cambia. Y digo yo que no será tan sólo porque las nuevas generaciones no tienen tan interiorizado ese concepto de «fidelidad matrimonial» a su diario, a su tele o a su radio. En el mundo digital la tendencia es la de ir picoteando de aquí y de allá. Esta «universalización» obedece, sin duda, a la gratuidad de los contenidos, de tal forma que casi nadie se ata a un medio en concreto. Es natural que cada uno tenga sus webs de referencia, si bien se impone la tendencia de informarse «a la carta». Los agregadores de noticias tipo Google News, las redes sociales, los blogs, las alertas informativas y las newsletter, que permiten recibir aquellas noticias que sólo interesan a sus suscriptores, nos están abriendo un mundo nuevo cuyo horizonte no alcanzamos a ver. Lo mismo ocurre con los contenidos televisivos donde, por ejemplo, los celebrados reportajes urbanos de Callejeros (Cuatro) arrasan online; o en menor medida con los podcasts radiofónicos, si es que algún día el invento acaba de funcionar e implantarse como debe.
Tiempos de cambio, en definitiva, donde lo mejor está por llegar y en los que este «intercambio de parejas» no sólo no está mal visto sino que se practica con total naturalidad. Los matrimonios informativos de toda la vida ya no existen en la red. En el mundo digital, los lazos de la monogamia se han roto por completo. Ahora lo que manda es la «promiscuidad informativa». Y a mi, la verdad, esta promiscuidad, informativa naturalmente, me gusta.
Esa promiscuidad informativa es lo mejor que como sociedad nos puede pasar. El día que dejemos de escuchar únicamente la misma emisora de radio, ver el mismo informativo en tv., comprar siempre el mismo diario y verlo todo con un espíritu crítico (para uno y otro lado) daremos un paso de gigante en nuestra formación como personas y en la democracia que se supone queremos darnos…pero es tan difícil.
Comparto plenamente la defensa que haces de ese "espíritu crítico" a la hora de informarnos. No hay nada mejor y más sano, intelectualmente hablando, que conocer las opiniones de los demás. Aunque nos disgusten o rechinen.
Enhorabuena, Felipe… acabo de leer que te han concedido el Premio Pilar Blanco de CCOO Madrid…