Con frecuencia, con demasiada frecuencia, éste es el desolador panorama que me encuentro cuando religiosamente acudo a reciclar. Papeles y cartones, vidrios y envases rebosan ampliamente los iglúes, cuyo entorno maloliente (por cortesía omitiré los detalles) en muy poco ayudan y animan al necesario reciclado de residuos. Cuando el Ayuntamiento de Madrid me lo pone tan difícil me acuerdo de Gallardón y de su tasa de basuras y entonces me digo: ¡toma basurazo!
Ostras, Felipe: qué ascazo. Es cierto que las personas somos un poco marranetas y en ocasiones dejamos la basura junto al contenedor, no dentro de él. Pero claro, si éste está lleno… ¿qué hay que hacer? ¿Volver a casa con las bolsas? Quizá sea -el contenedor- una metáfora de ese basurazo al que aludes… la caja llena.
Como diría U2: "Sometimes yo can´t make it on your own".
Abrazos
Manhattan