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EL ALCALDE DE Madrid, como incisivo político que es, podría aprovechar la crisis del coronavirus para cargar contra el Gobierno de Sánchez e Iglesias. Tal y como inicialmente ha estado haciendo el presidente de su partido, Pablo Casado. Sin embargo, José Luis Martínez-Almeida, ha optado por el camino de la prudencia y la colaboración. El mismo, por cierto, que está siguiendo Alberto Núñez Feijóo en Galicia. Debe ser que la responsabilidad de gobernar enseña mucho.

El primer edil de la capital, que nunca se muerde la lengua y que siempre ha demostrado una gran rapidez de reflejos, además de sentido del humor, para cargar contra el adversario, se guarda las críticas para mejor ocasión. Que nadie tenga la menor duda de que Almeida le pasará a Sánchez la factura política de estos días, como por otra parte es su obligación, pero lo que toca ahora es arrimar el hombro y ya habrá tiempo para lo que sea menester.

«Lealtad total y absoluta al Gobierno de la nación». «En este momento nuestra labor desde las administraciones es trabajar unidos, codo con codo». “Las críticas al Gobierno no nos conducen a ningún sitio porque no tenemos ni un minuto que perder». «No pienso en mi liderazgo, cumplo con mi deber como las cajeras».

Estas declaraciones del alcalde de Madrid, y otras suyas similares sobre la catástrofe del Covid-19, le han granjeado muchas simpatías en las redes sociales, e incluso en la izquierda, hasta el punto de que no son pocos los que ha empezado a ver en él a un hombre de Estado, en contraposición a su jefe filas, Casado, más atento al supuesto rédito político inmediato.

Es muy posible, como señalan muchos analistas, que el Gobierno de Sánchez haya tardado en actuar e, inicialmente, no haya sabido estar a la altura. De ser así, políticamente lo acabará pagando cuando corresponda. En Madrid, justo es decirlo, la presidenta Isabel Díaz Ayuso también ha demostrado un gran capacidad de anticipación adelantando las medidas para frenar la expansión del Covid-19 que el Ejecutivo central se resistía a adoptar. Su creciente liderazgo dentro incluso de su propio partido, como el del alcalde, también se ha reforzado, auxiliada por su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. en situación tan crítica y excepcional.

Hasta ahora, Almeida no ha querido jugar la baza del desgaste a Sánchez en un momento tan comprometido y ha optado por la responsabilidad y el patriotismo. Su actitud proactiva y su sentido de Estado no han hecho sino incrementar su estatura política. Churchill también lo hubiera hecho.

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